Angioplastía Renal

Técnica no quirúrgica para tratar las arterias renales enfermas o dañadas, que consiste en inflar y desinflar un pequeño globo dentro de una arteria. En algunas ocasiones se colocan stents por donde pasa la sangre protegiendo la arteria dañada. La angioplastía renal se aplica cuando existe estenosis de la arteria renal o cuando están dañadas y debilitadas.

Preparación Previa

  • Ayunas de 6 horas
  • Historial de alergias
  • Duchado
  • Protocolo diabético y/o de insuficiencia renal (si es el caso)
  • Profilaxis antibiótica
  • Vía venosa periférica
  • Rasura de la zona de punción

Procedimiento

La angioplastía renal consiste en introducir un catéter a través de la arteria femoral a fin de hacerlo llegar a la arteria renal (derecha o izquierda) donde se ha producido la obstrucción del flujo sanguíneo por acumulación de grasa o coágulos sanguíneos (trombos). Cuando se llega a la arteria obstruida, un balón inflable en la punta del catéter, es hinchado a una determinada presión para desbloquear y restablecer el flujo sanguíneo. También se puede usar para ampliar una fina malla metálica conocida como “stent” que se adosa a las paredes arteriales, para mantenerlas abiertas. El stent puede ir recubierto con fármaco para prevenir una nueva obstrucción. Luego se desinfla el balón y se retira el catéter.

Recuperación y Cuidados Posteriores

El área donde se insertó el catéter debe permanecer seca de 24 a 48 horas. Se recomienda reposo. La recuperación total lleva aproximadamente una semana.