Cardioresonancia Magnética

La resonancia magnética cardiaca (RMC) es un una técnica de imagen para el estudio no invasivo del corazón, inocua ya que no utiliza radiación, bien tolerada y segura. Actualmente se encuentra disponible en la mayoría de hospitales. Permite estudiar en una sola exploración la función y estructura del corazón. Ofrece una imagen detallada del corazón, incluidas las cavidades y las válvulas. Está indicada para el estudio anatómico y funcional de cardiopatías congénitas, el origen anómalo de las coronarias, estudio de viabilidad y de perfusión del músculo cardiaco (con administración de contraste), estudios de función ventricular, estudio de miocardiopatías (enfermedades del músculo cardiaco), enfermedades del pericardio (capa de tejido que recubre al corazón) y masas cardiacas.

Permite obtener imágenes en cualquier plano con alta calidad de imagen y presenta una excelente capacidad para la diferenciación de tejidos sin necesidad de emplear contraste intravenoso.

Procedimiento

El estudio es indoloro y no emplea radiación. Durante el proceso, el paciente se encuentra acostado en el interior de la máquina de resonancia magnética, que es un tubo largo y estrecho, aproximadamente de un metro de diámetro y abierto por sus extremos. Dentro del tubo, la persona está rodeada por un campo magnético que reacciona con los elementos magnéticos dentro del cuerpo y transmite una débil señal de radio. Esta se recoge y se procesa en un ordenador, ofreciendo finalmente una imagen que puede visualizarse en la pantalla.

Desde la sala de control se observa al paciente permanentemente y se está en comunicación con él por medio de un interfono. Durante el procedimiento, el paciente deberá permanecer inmóvil.

Posiblemente le pidan que contenga brevemente la respiración mientras se obtienen las imágenes del corazón. Es necesario que el paciente antes del procedimiento se quite elementos de metal y ropa que puedan contener material metálico.